Los Aztecas y la Navidad!
- La Rueda Medicinal
- 27 dic 2019
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Los Aztecas, el solsticio de Invierno y la Navidad -Nacimiento de Huitzilopochtli (La palabra Navidad viene del latin "nativitas" que significa "Nacimiento") En casi todas las culturas del mundo se ha marcado el solsticio de invierno como un día de renovación o de cambio.
Este fenómeno natural aparenta que, a lo largo del año, el sol no sale ni se pone siempre desde el mismo lugar: da la impresión de que recorre toda la bóveda celeste alcanzando su punto más alto por ahí del 21 de marzo y en diciembre lo vemos más bien de ladito. Es por estos días que parece que se detiene por completo y que no recorre más el cielo: de hecho la palabra solsticio significa "Sol detenido". Los aztecas se dieron cuenta de que por unos días el sol no se mueve, así que festejaban el "nacimiento" del siguiente ciclo. Esta celebracion era parecida a la navidad, pero celebraban el nacimiento de Huitzilopochtli.
El Panquetzaliztli era la fiesta grande de los aztecas, que duraba los veinte días del decimoquinto mes, en vez de ser un solo día. En esta mitología Huitzilopochtli vencía a su hermana mayor, la Luna, representada por Coyolxauqui y a sus cuatrocientos hermanos, Centzonhuitznahua, las estrellas sureñas, aunque algunos estudiosos creen que la fiesta también representaba el nacimiento de la civilización azteca. La ceremonia incluía la elaboración de una figura de maíz tostado amasada con miel de maguey que preparaban las muchachas casaderas que se ponían sus mejores plumas y guirnaldas. Ya que la terminaban, la sacaban al patio del templo y la recibían los jóvenes mancebos que también traían guirnaldas de maíz; se la presentaban al pueblo de Tenochtitlan y la subían a la pirámide del Templo Mayor. Efectivamente, cada año, en el primer día del Panquetzaliztli (decimoquinto mes del calendario náhuatl de 365 días), se realizaba un culto en honor al dios Huitzilopochtli, el Sol, para solemnizar su nacimiento el 21 de diciembre. La ceremonia comenzaba con una carrera encabezada por un corredor muy veloz que cargaba en los brazos una figura de Huitzilopochtli hecha de amaranto y que llevaba en la cabeza una bandera (pantli) de color azul (texuhtli)”.
Iniciaba en la Huey Teocali (gran casa del sol) y llegaba hasta Tacubaya, Coyohacan (Coyoacán) y Huitzilopochco (Churubusco). Detrás del portados de esta imagen corría una multitud que se había preparado con ayuno. Durante el Solsticio de Invierno (21 de diciembre), el sol ya había recorrido la bóveda celeste y había muerto el 20 de diciembre. El Niño Sol se iba a Mictlán (Lugar de los Muertos) donde se transmutaba en forma de colibrí para regresar al origen.
Casualmente, el 24 de diciembre era el día en que el sol resurgía de Malinalco (hoy, cabecera del Estado de México), en medio de una serie de rituales y danzas. Justo en esas fechas, ocurrían otros actos ceremoniales: los indígenas instalaban banderas o pantli de papel amare a todos los árboles frutales y plantas comestibles de la temporada. En el día de la fiesta se curaban todos los árboles y se les ofrendaba pulque (meoctli) y tortillas (tlaxcalli), como muestra de agradecimiento a lo cosechado durante el año
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